Carnaval y Semana Santa cogidos de la mano...
El sabe bien, porque todos los años,
igual que hacia su padre, se mete bajo un paso.
Si, el sabe bien.
El nunca fue creyente, pero llegando marzo es algo lo que siente,
ese dia se levanta,
tras una noche de sufrir temiendo,
y se asoma a ver por la ventana,
si la lluvia va a dejarlo dentro.
Sabe de sobra que le queda poco, que ya su cuerpo no esta para cargas,
que la espalda que el dolor del hombro, que ya es momento para su retirada.
Pero que puede hacer si viendo al nazareno se acuerda del viejo y tiene que volver.
Y a pasito de horquilla, de nuevo va debajo,
crujiendo las maderas como en las galeras de los condenaos.
Y a pasito de horquilla, de nuevo es un misterio.
Y ya en la recogida mira para arriba y rompe su silencio.
Papá tu que fuiste creyente, aquí puedes verme con tu nazareno,
pa´ que sepas que no te he olvidado, hasta otro año,
y un besito manda al cielo.
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